Tras aquella primera noche en el bar yo volví a marcharme. No podía mirar los ojos de aquella niña que jugaba a ser mujer subida en unos tacones que hacían que me volviera más loco de lo que estaba, por miedo a que sus pupilas me quemaran, me incendiaran y me encendieran. Era ardiente, dulce, latente y... jodidamente dolorosa al tenerla cerca y no poder tocarla.
Regresé a casa cuando estaba amaneciendo, intentando callar a mis demonios personales que lo único que querían era volver a buscarla.
- Otra noche entera fuera de casa...- Julia me miró con sus ojos de gata desde el marco de la puerta de la terraza. Había salido a ver amanecer, a ver cómo el día y la noche peleaban... a fumar un cigarro, a pensar, a echarme (más) alcohol en las heridas. Y ahí estaba ella. Siempre fue una mujer guapa, desde los quince ya se llevaba a todos de calle. Su pelo rojo y rizado, sus piernas largas... y aquella bata de seda que le regalé no sé hace cuánto tiempo... creo que en Navidad.
- He salido a que me diera el aire...
Julia sonrió. Yo había mentido sólo un poquito, ella sabía que lo había hecho, pero no dijo nada.
- Has bebido- murmuró, detrás de mí.
- Y tú también.
- Mi querido Javier... si no me dejaras sola... si no andaras tan pensativo y melancólico ultimamente, no bebería... bebo cuando estoy sin ti, lo sabes. Sería mejor beber contigo.
- Julia...
- No te preocupes- puso sus dedos pintados con el esmalte más rojo que había encontrado en la última tienda de lujo a la que había ido a comprar, sobre mis labios, me hizo callar- Estoy acostumbrada.
No hacía falta mentirla, lo sé. Julia es de esas mujeres que, con el tiempo, terminan habituándose tanto a ti que puedes hablar de todo, de absolutamente todo con ella.
- Míralo por el lado positivo- me dijo después, cogiendo el cigarrillo de mis dedos y dándole una calada, mientras el humo salía por sus labios encendidos.
- ¿El qué?
- Ya has encontrado a la protagonista de tu nueva novela...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
O quizás lo que sucede es que la protagonista le ha encontrado a él.
ResponderEliminarAhora, quiero encontrarte yo a ti.
Escribes mejor de lo que sabía.
Espero que encuentre el mejor príncipe para esa dulce protagonista y se invente a él mismo junto a ella en todas las noches que quedaron por vivir.
ResponderEliminarUn beso :*
Te he otorgado un premio!!
ResponderEliminarPasas a buscarlo?
A mí me da pena Julia.
ResponderEliminarJavier siempre amará más a Caperucita que a ella.
La amará incluso más que a sí mismo.
... aunque sea un cobarde y no lo vaya a reconocer nunca.